Fotomontajes. 2 Sardinas Ediciones. 62 páginas. 19,5cm x 14cm. Madrid 2012
Señoras,
las imágenes ya estaban aquí cuando yo vine
las imágenes ya estaban aquí cuando yo vine
La
historia es la siguiente: un joven llegó a este
continente, imaginando que tal vez este era un
lugar relativamente limpio y ordenado
pero con el tiempo descubrió que también aquí, el
crimen, en su más diversas manifestaciones, era
una cosa cotidiana
continente, imaginando que tal vez este era un
lugar relativamente limpio y ordenado
pero con el tiempo descubrió que también aquí, el
crimen, en su más diversas manifestaciones, era
una cosa cotidiana
pasaron
los días, algunos bailando, otros quizá
llorando
en general, equilibrándose lo mejor que podía
sin abandonar la misión de contemplar las imágenes
llorando
en general, equilibrándose lo mejor que podía
sin abandonar la misión de contemplar las imágenes
perdonen,
pero la retórica de los medios es una verdadera ordinariez,
pero la retórica de los medios es una verdadera ordinariez,
y
siempre a vueltas con esa inoportuna sensación:
me la metes políticamente doblada
¡ay! duele un poquito
(pero mira qué bien sonrío)
Tal
que empezó a darse cuenta de algunas cosas:
1. En la rueda de prensa descubrió que hacía
muchos días que el político no se cambiaba de
calzoncillos
muchos días que el político no se cambiaba de
calzoncillos
2. Que a pesar de que todo estaba a punto de
desmoronarse seguían diciendo que todo esto
era por nuestro bien
3. Que el horror de la rutina había desembocado
en un sálvese quien pueda
desmoronarse seguían diciendo que todo esto
era por nuestro bien
3. Que el horror de la rutina había desembocado
en un sálvese quien pueda
y entonces, con los utensilios precisos, se puso a recortar:
y una mañana de resaca
desayunó con angela merkel y con nicolás,
otra, con juan carlos y su
compadre el jeque
y una noche soñó con armas y
gorritos y, cómo no,
con John Jairo también
con John Jairo también
todo esto le hablaba de una
época que pedía ser
representada,
representada,
pero buscándole un orden
diferente a las piezas
ubicando a los patronos en su
lugar natural
mientras él,
Un día tras otro
recorría Madrid con su
motocicleta, normalmente
a la velocidad adecuada,
a la velocidad adecuada,
contemplando el paisaje
y sintiendo como si cada
mañana cruzase, una
vez más, el mismo océano que cruzó una vez
vez más, el mismo océano que cruzó una vez
siempre con su casco
y con ese aire de Made in
Medellín
Gregorio Apesteguía
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